Entro al Metro por una de esas bocas que no tienen personal. Sólo una máquina de entrada abierta con un un señor de Metro delante. «Está estropeada, pasa sin validar el billete, luego a la salida, si te acuerdas, lo validas, y si vienen los revisores les cuentas esto». No digo nada y entro. Mientras espero el metro ya en el andén pienso «estaría divertido que vinieran los revisores, y no me creyeran» y aunque no soy de soluciones imaginativas si soy de imaginación apocalítpica, así que empiezo a pensar «y si me han tendido una trampa» «y si es una nueva treta del ayuntamiento para recaudar». Ahora me podría inventar algo en azul pero va, no colaría, no han venido, aunque él que se ha colado he sido yo, jejeje, y por lo legal. Me ha recordado esos tiempos en que gritábamos «que pagui Pujol» y todos pa’ dentro.
Bueno, os adelanto que a la salida si me he acordado de que el señor me ha dicho que tenía que validar el billete pero ¿lo habré hecho? la solución en los comentarios.
Pues claro que no, que una cosa es ser honrado y la otra gilipollas.
QUE PAGUI L’HEREU
Comentarios por despachos — marzo 19, 2011 @ 8:09 pm |
jejeje a mí también me pasó, pero luego no había nadie para pedir cuentas :-p
Comentarios por CaradLuna — marzo 21, 2011 @ 8:20 pm |
Me acabo de dar cuenta que cuento que al final me colé en el propio texto. Lo de que no soy de soluciones imaginativas ya sabes porque lo he puesto. Tú si lo eres!!
Comentarios por despachos — marzo 21, 2011 @ 8:38 pm |